Apenas has dormido cuatro horas después de cenar. Los platos se apilan sucios en la encimera de la cocina, bañada en una tenebrsa oscuridad.
Toda la casa esta inundada por un negro absimal y el mínimo sonido se oye como el bramar de una horda.
De pronto escuchas un sonido gutural, un quejido viscoso que repta por el pasillo que llega hasta tu cuarto. El colchón, pegado al suelo, se vuleve rígido e incómodo. Te ves obligad@ a deshacerte de la sábana que te cubre el rostro.
Vuelves a oírlo, pero esta vez acaricia la puerta de la estancia. Está dentro.
Dudas, ¿que haces?:[[te cubres con la sábana]] o [[alzas la vista]]
Escuchas el sonido alejarse. Recuperas el aliento, pero una brisa roza la planta de tus pies, desnudos y fuera de la sábana.
No es una brisa, está caliente. Es un aliento.
Recoges los pies con velocidad y diriges la mano hacia la mesita de noche en busca de tu móvil. Recuerdas entonces que una alarma sonará en un par de minutos, rompiendo el silencio espectral de la casa.
¡Hay que darse prisa!: [[coges el teléfono]] o [[te quedas oculto]]
La puerta se entreabre, dejando pasar el sonido a tú habitación. Puedes escucharlo rondando a los pies de la cama, deslizándose bajo la mesita de noche.
Lo ves. Está ahí. Te mira. Te sonríe.
¿Quieres ser su amigo? No tienes opción.
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_______________________________________________________________________Logras agarrar el dispositivo, pero tiras con el antebrazo un pequeño montón de monedas al suelo. El sonido del metal contra la madera se convierte en un eco por la casa.
El sonido se detiene en el pasillo... ha chocado con algo.
Asomas el ojo izquierdo por un lateral de la cama: la puerta está cerrada.
Aquello que estuviese contigo, ¿se ha ido o sigue ahí dentro?
Asustad@: [[sales de la cama a investigar]] o [[enciendes la pantalla del teléfono móvil]]
Oyes como el movimiento de la habitación se va alejando. La puerta se abre lentamente y comienza a cerrarse. Entonces te arrepientes de ser un poco friki, porque tu alarma con la "marcha imperial" comienza a sonar en un volumen bastante elevado.
Eres presa del pánico y no sabes como reaccionar. Sientes en la puerta de tu cuarto una indecisión.
La puerta, en vez de cerrarse, comienza a reabrirse, esta vez completamente.
En contraste con la poca luz que se inmiscuye en la estancia, ves a través de la sábana una forma disforme y atrófica levantarse.
Apartas de tu rostro unos pocos centímetros de la sábana, dejando al descubierto la mitad de tu ojo izquierdo. Te vuelves a cubrir aterrad@.
Lo que has visto era... ¿una sonrisa?
[[saltar de la cama hacia la figura]] o [[cubrirte el cuerpo con las almohadas]]
Vale, lo has hecho, has salido.
Tus pies descalzos pisan las pequeñas monedas que se te habían caído. Te haces a un lado y intentas distinguir en la oscuridad. En una esquina vislumbras un movimiento grácil.
Sabes entonces que no estas sol@. Esta ahí.
Caminas hacia la puerta, justo donde se encuentra el interruptor de la luz. Sabes que si lo accionas verás aquello que se retuerce a pocos centímetros de tí, o peor... te verá.
Jugar con la muerte es peligroso, ¿de verdad merece la pena mirarla a la cara?: [[encender la luz]] o [[ ir hacia la esquina]]
Podrías pedir ayuda.
Tienes el número de tu vecino (que es policía), puedes llamar al 112, a tus amigos o a tu novi@.
Ves en la pantalla de bloqueo una notificación: "la alarma sonará en 30 segundos".
Pero hay un problema... solo tienes batería para una acción.
Hagas lo que hagas, tu vida ya no está en tus manos. Entonces, ¿qué va a pasar?: [[llamar a alguien]] o [[ cancelar la alarma]]
Se acciona el interruptor.
Lo ves en la esquina. Se retuerce sobre sí mismo. Se está cubriendo el rostro entre las rodillas, mientras hunde sus largas uñas en el suelo como si este fuese de papel.
Lo oyes murmurar con voz quebradiza: " ven ven ven ven ven ven".
Caminas hacia aquello; lo tienes a menos de un metro. Alza la cabeza y te observa.
Nunca habías visto algo así. Te está sonriendo. No para de sonreír a medida que su boca se va haciendo más y más grande.
Empiezas a sonreír.A medida que te acercas dejas de ver la figura. Parece haberse fundido con la pared.
¿Acaso tiene miedo? ¿O es que no le interesas al fin y al cabo?
Vuelves a meterte en la cama y te arropas con la sábana, descolocada por los tirones que le habías dado para cubrirte. Al recostarte sientes el teléfono clavarse en tu costado.
Suena la alarma.
Se tumba contigo.
Apagas la alarma. Su peso te mece hacia tu lado opuesto del colchón.
Has rodado hasta tocarlo. Vuestros rostros casi se rozan.
Gritáis.Abres el menú de emergencia. Piensas a quién llamar.
Si llamas a tu pareja podría estar allí en 5 minutos; por otro lado, tu vecino tendría una posibilidad de protegerte con su entrenamiento; y si llamas al 112 harían mucho ruido en la calle pero tendrían buenos recursos.
Sin embargo, ¿cómo podrías hablar sin llamar la atención del instruso?
Eso ahora da igual.
¿Quién te ayudará?: [[llamar a tu pareja]] o [[ llamar al 112]] o [[ llamar al vecino]]
Accedes al menu de "alarmas" y desconectas la pendiente. Exhalas.
El móvil se apaga y te ves obligad@ a dejarlo a un lado, siéndote inútil ahora.
Ya no oyes ningun sonido en tu habitación y la puerta permanece cerrada. Sientes calma ya que no está contigo, pero, ¿seguirá dentro de la casa?
[[irse a dormir]] o [[ mirar por última vez el pasillo]]Rapidamente te quitas la sábana e, impulsándote en el colchón, saltas hacia la puerta, buscando chocar con aquello que te ronda.
Sientes un golpe seco en el pecho e instantáneamente caes al suelo. Por mucho que palpes la madera no logras ver nada, excepto unos pies blancos y huesudos a pocos centímetros de tu rostro.
De repente, aquello que esperaba de pie frente a tí corre nervioso hacia la puerta, arrancándola de sus visagras.
Exhalas. Ves el eterno pasillo abrirse a tu izquierda y una boca sonriente y descomunal animándote: "ven ven ven ven ven". Se rié. Va hacia el salón.
Estás aturdid@ por el golpe. [[ir hacia el salón]] o [[ salir por la ventana]]Tu respiración es apenas perceptible. Quieres gritar, escapar de ahí, ver que ocurre... pero solo puedes aguntar hasta que desaparezca.
Oyes rasguños sobre la madera del suelo. El sonido se aleja. Está en el salón.
De pronto, un temblor sacude la habitación. Las luces se encienden y te asomas. No hay nada.
Parece que ya no está. [[ir al salón]] o [[ volver a dormir]]Avanzas por el pasillo, palpando la pared, hasta el salón, que conecta directamente con la puerta principal.
Al fondo, en tu diminuta cocina, ves una criatura pálida y amorfa arañar los muebles nerviosa. Se ríe mientras lo hace.
Esta alterada. La has asustado antes. Si está aterada puede estar furiosa.
A cuatro patas, te desplazas hacia la puerta de salida. El problema: tienes que pasar por la cocina.
Gateas en sigilo por la estancia, logrando alcanzar a la figura. Se ha calmado, pero la ves otear por el lugar. Te está buscando.
Adviertes que sus uñas casi tocan el suelo. Un escalofrío recorre tu cuerpo.
Puedes llegar a la puerta, pero harías demasiado ruido. ¿Que haces?
[[abrir la puerta]] o [[ir a por un cuchillo]]Te incorporas con dificultad y colocasla puerta astillosa en su posición original. A tu derecha y sobre tu escritorio de trabajo, una ventana de tamaño medio da hacia la calle.
Caminas un metro y te pones de rodillas sobre el mueble para ver el exterior. Sientes paz. Hay una familia cenando en una terraza, todos de espaldas mirando embobados la televsión del bar.
El telediario anuncia una bajada de los precios.
Abres la ventana con cuidado y cruzas el umbral primero con los pies y luego con el cuerpo entero. Te dejas caer sobre el cesped del jardín y miras hacia el bar.
Te das cuenta que tienes el móvil en la cama. No puedes contactar con nadie. [[volver rapidamente a por él]] o [[ correr hacia el bar]]
Entras por la ventana y, pisando el escritorio, bajas hasta el suelo.
Te aproximas a la mesita de noche y ves el móvil asomando bajo un cuaderno.
Lo recoges y [[te giras]].
Cruzas la carretera instrasitada y llegas hasta la otra acera.
Tienes a la familia a un metro de tí. Ninguno de ellos te hace caso, por lo que te acercas para tocarles.
Una vez detrás del que parece el padre, colocas tu mano en el hombro derecho.
Su cabeza rueda hasta la televisión. Las de los hijos y la madre la imitan.
Miras entonces al televisor, observando aterrad@ como muestra tu cuarto.
De pronto, adviertes que estás sentada con ellos. Sientes una punzada en la nuca y una quemazon invade tu garganta.
Giras la cabeza intentando librarte de la sensación.
Ruedas hasta el suelo.Cruzando el pasillo en sigilo logras llegar al salón.
En una esquina de este, en la zona más oscura, vislumbras el cuerpo descansar de pie, de espaldas a tí.
Está calmado, no sabe que estás ahí.
A tu izquierda puedes ver la puerta principal.
Avanzas en cuclillas hasta ella y retiras las llaves de la cerradura. La criatura gruñe, pero no se desplaza.
Giras el pomo y esta se entreabre automáticamente. No te ve. No te oye. Puedes escapar.
Con el mismo sigilo, cruzas al rellano.
Estás fuera.
Has sobrevivido....
...
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Apenas has dormido cuatro horas después de cenar...No responden.
Salta el contestador.
El sonido se escucha por la habitación.
Te ha visto.No responden.
Salta el contestador.
El sonido se escucha por la habitación.
Te ha visto.No responden.
Salta el contestador.
El sonido se escucha por la habitación.
Te ha visto....
...
...
...
Apenas has dormido cuatro horas después de cenar...Abres la puerta indecis@ y echas un vistazo a la oscuridad fuera de tu habitación. El estrecho pasillo se abre camino a lo largo de tres metros.
No hay nada ni nadie.
Sin razonamiento alguno sales de tu cuarto, cerrando la puerta detrás. Tal vez te estés cubriendo las espaldas. Tal vez te estés acorralando a ti mism@ sin saberlo.
Instintivamente miras al techo.
¿Qué ves?
[[nada]] o [[ eso]]
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Apenas has dormido cuatro horas después de cenar......
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...
......Rapidamente te incorporas y fuerzas el pomo de la puerta.
Ya lo sabes, te ha visto. Notas como camina hacia tí.
Logras abrir la puerta, pero una de sus uñas se hunde en tu gemelo izquierdo. Gritas.
Al girarte no ves nada, sin embargo, la uña sigue cruzándote la pierna.
La puerta se cierra.
-Ven ven ven ven ven ven ven ven ven ven... ¡VEN VEN VEN VEN VEN VEN!
La puerta se cierra.Corres a la cocina y agarras uno de los cuchillos afilados de la encimera. Velozmente te giras hacia el salón en busca de tu objetivo.
No está.
Algo mueve tu cuerpo. Está detrás de ti.
Sus manos sujetan tus antebrazos.
Comienzas a apuñalarte.
...